Cuenta la leyenda que la banda de Juan Lobo se formó en el señorío de Cábrega, en el siglo XVI.
Aprovechando la guerra civil que se libraba entre beaumonteses y agramonteses, el ínclito bandido se aliaba con uno u otro bando según su conveniencia.
Las fechorías de Juan Lobo se hicieron conocidas en toda la comarca: asaltaban a los caminantes, robaban las cosechas o encerraban a los habitantes de todo un pueblo en la iglesia durante la misa con el fin de saquear sus viviendas.
Hartos del bandido, los vecinos de Torralba, Mirafuentes y Otiñano se aliaron para acabar con él, hecho que sucedió gracias a la lanzada que le propinó mosen Pedro, de Mirafuentes.
Los vecinos de Torralba celebran la captura del mismo durante las fiestas de San Juan. En la fiesta se representa la captura de tan malvado personaje, cubierto de hiedra y con la faz tiznada de negro.
Para conmemorar tan singular "cacería", Pablo ha creado una figura que representa a Juan Lobo, huyendo de sus captores, apoyado en una vara que le sirve de pértiga pero que no le salvará de su fatal destino.
Los habitantes de Torralba y sus visitantes podrán descubrirlo en breve. Todo lo bueno se hace esperar.
Aprovechando la guerra civil que se libraba entre beaumonteses y agramonteses, el ínclito bandido se aliaba con uno u otro bando según su conveniencia.
Las fechorías de Juan Lobo se hicieron conocidas en toda la comarca: asaltaban a los caminantes, robaban las cosechas o encerraban a los habitantes de todo un pueblo en la iglesia durante la misa con el fin de saquear sus viviendas.
Hartos del bandido, los vecinos de Torralba, Mirafuentes y Otiñano se aliaron para acabar con él, hecho que sucedió gracias a la lanzada que le propinó mosen Pedro, de Mirafuentes.
Los vecinos de Torralba celebran la captura del mismo durante las fiestas de San Juan. En la fiesta se representa la captura de tan malvado personaje, cubierto de hiedra y con la faz tiznada de negro.Para conmemorar tan singular "cacería", Pablo ha creado una figura que representa a Juan Lobo, huyendo de sus captores, apoyado en una vara que le sirve de pértiga pero que no le salvará de su fatal destino.
Los habitantes de Torralba y sus visitantes podrán descubrirlo en breve. Todo lo bueno se hace esperar.


